La importancia del sueño para tener una excelente salud
El ciclo del sueño es vital porque el descanso adecuado, que incluye pasar por todas sus fases ( Sueño no REM y REM, permite al cuerpo y cerebro restaurarse, consolidar la memoria, regular las emociones, fortalecer el sistema inmunitario y mantener el equilibrio hormonal y metabólico.
No seguir un ciclo de sueño saludable puede llevar a problemas de salud graves y crónicos, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, deterioro cognitivo, y afecta negativamente la concentración, el estado de ánimo y el rendimiento diario.
Importancia del sueño y sus funciones
Restauración física:
Durante el sueño, el cuerpo repara tejidos, fortalece el sistema inmune y libera hormonas esenciales para el crecimiento y funcionamiento de del organismo.
Función cerebral:
El sueño ayuda a limpiar el cerebro de desechos metabólicos, repara el el tejido cerebral dañado y es crucial para el desarrollo y mantenimiento de funciones cerebrales saludables.
Consolidación de la memoria:
En la fase REM , se procesa información y se consolidan recuerdos, transformando la memoria a corto plazo a largo plazo.
Equilibrio emocional:
Un descanso adecuado ayuda a regular las emociones, reduce el estrés y previene irritabilidad, contribuyendo a un mejor bienestar mental
Metabolismo y sistema inmunitario:
El sueño adecuado ayuda a regular el metabolismo, los niveles de azucar en la sangre y el sistema inmunitario, previniendo problemas como la resistencia a la insulina y enfermedades infecciosas.
Consecuencias de la falta de sueño:
Problemas de salud crónicos:
Aumenta el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares e hipertensión.
Deterioro cognitivo:
Afecta la capacidad de razonamniento, concentración, memoria y el tiempo de reacción.
Alteraciones metabólicas y hormonales:
Pueden desequilibrar hormonas como la leptina y grelina ( que controlan el apetito) y aumentan los niveles de cortisol y azucar en la sangre.
Higiene del sueño:
Establecer horarios regulares para acostarse y levantarse.
Crear un ambiente de dormitorio oscuro, fresco y tranquilo.
Evitar las comidas pesadas y el consumo de cafeína, alcohol y nicotina.
Practicar actividades relajantes como leer, meditar, oración.
Limitar la exposición a pantallas.
No tener actividad física intensa .
Evitar siestas prolongadas
Manejo del Estrés, liberar la mente.
Tengamos en cuenta estos dos datos:
El 40% de la población mundial duerme mal y sufre algún trastorno de sueño.
El 30% de las personas sufre de dolor crónica
Fuente: Organización mundial de la salud ( OMS)
Un cuerpo sano y un sueño reparador albergan una mente sana
Ariel Quesada
Coach de vida/ humanista de la salud
Cosultor / asesor
Tecnologia FIR